martes, 30 de abril de 2013

EL RENUEVO

Al poco tiempo de estar en mi trabajo conocí a un señor llamado Jaime Otero, quien distribuía la materia prima para fabricar los helados italianos que se hacían en mi trabajo. Por casualidad mi hija fue ese día a trabajar conmigo por una actividad que hacen en los colegios en Estados Unidos una vez al año donde los hijos van a trabajar con sus padres. El no sabía que era mi hija, le pidió orar por ella y le dijo una cantidad de cosas que después ella me pregunto si yo se las había contado y yo le dije que no. Ese día el me invito a un lugar donde se reunían, nunca le llamo iglesia, pero yo me lo imaginaba, me dio una tarjeta tipo postal con la dirección del salón del hotel donde se reunían. En la tarjeta había una familia agarrada de las manos y un árbol donde decía EL RENUEVO. Cada vez que iba me decía que ese Sábado me esperaba a mí y a mi familia y yo le decía: yo voy este fin de semana seguro, siempre pasaba algo y no podíamos ir, así paso un mes hasta que le dije a mi esposo para ir ese sábado, sentía mucha pena de siempre dejar embarcado al señor además me dio mucha curiosidad saber lo que nos esperaba en ese lugar.

Cuando llegamos nos recibieron con mucho amor, nos abrazaban, nos saludaban como si nos conocían de toda la vida, con mucho cariño y amabilidad. En ese momento estaban tocando una música hermosa que llegaba directo al corazón. Ese día descubrí que el señor Jaime y su esposa eran los Pastores de esa IGLESIA CRISTIANA llamada EL RENUEVO. Ese día marcó nuestras vidas, DIOS tocó nuestros corazones de una manera sobrenatural, yo lloré y lloré todo el servicio, me parecía increíble lo que decían esas canciones de alabanza y como las personas se entregaban a alabar a DIOS, luego la palabra que dio el pastor Jaime estuvo maravillosa.  Fue una noche mágica, de una gran bendición para todos. Desde ese día no dejamos de ir. Una de las cosas que nos parecieron más increíbles fue que nuestros hijos nos pidieron regresar. 

A la semana siguiente cuando el Pastor estaba dando la palabra, de repente agarro su biblia de estudio personal y se la regalo a mi esposo, le dijo que el la iba a usar y mucho. En ese momento mi hijo y yo nos miramos y hasta nos reímos. Pues ahora nos damos cuenta de lo que el Pastor Jaime hablaba en ese momento en el año 2010. 
El Renuevo se convirtió en nuestra segunda familia, fue mucho lo que aprendimos sobre lo que es realmente tener una relación con DIOS, no una religión. El Pastor Jaime fue el instrumento de DIOS para comenzar este largo camino para el que señor nos escogió. Fueron muchas las hermosas experiencias vividas en El Renuevo. El pastor Jaime es una persona extraordinaria, llena de amor hacia los demás,  una persona incondicional, un hombre de DIOS. Su esposa lo mismo. El siempre nos pedía que nos involucráramos más, que lo ayudáramos  pero a pesar de que íbamos todos los sábados fuimos egoístas y preferíamos estar sentados viendo el servicio. 

Nos tomo tiempo entender eso, solo DIOS supo la manera de mostrarnos lo equivocados que estábamos. El Renuevo era una iglesia muy pequeña y al pastor y su esposa les tocaba hacer  gran parte de las cosas a ellos. 

La iglesia es de todos y entre todos lo que asistimos a ella debemos hacerla crecer cada día para que el reino de Dios pueda seguir creciendo y más personas puedan recibir el señor en sus corazones.  Debemos servir e involucrarnos en todo lo que se pueda, trabajar en equipo para alcanzar nuestro objetivo y el del Señor. Sólo el que vive esta experiencia puede saber lo maravilloso que es tener a DIOS en su vida y como todo obra para bien en la vida de quienes lo aman y lo tienen como prioridad en sus vidas.

A mediados del 2011 nos llega una carta de inmigración donde nos dicen que nuestra residencia fue rechazada y que debemos abandonar el país en 30 días y tramitarla desde Venezuela. Eso fue devastador para todos nosotros, ya estábamos completamente estables, teníamos que dejar nuestros trabajos, colegios, nuestra casa y nuestra iglesia.  Entramos en una gran desesperación. Mi FE se tambaleó, yo siempre escuchaba que mis hermanas de la iglesia decían que Dios les hablaba y en ese momento yo le dije ¿Por qué nos haces esto? Háblame por favor. Al día siguiente sentí que una voz me decía: Mateo 17, justo del 17 al 21, todavía incrédula no le preste atención hasta que dije voy a leer. Fue increíble darme cuenta de que El me estaba hablando, me pedía que tuviera Fe y que hiciera ayuno y oración, hable con el Pastor sobre esto y mi esposo y yo hicimos el ayuno de Daniel por una semana. A partir de ahí sentí tranquilidad y lo dejamos todo en sus manos. 

Todo comenzó a fluir, conseguimos donde vivir en Venezuela de una manera sobrenatural,  a mi esposo le ofrecieron en la compañía donde trabajaba emplearlo a través de otra compañía en México, hasta saliendo de Miami sin querer llevábamos una maleta de más y nos la dejaron pasar sin pagar sobrepeso, al llegar a Venezuela en 2 semanas conseguimos  un carro para alquilar. Le dejamos el control al Señor y el nos llenó de bendiciones.  En esos momentos no teníamos ni la más remota idea de lo que estaba por venir, ni nos imaginábamos todas las bendiciones que estaban por llegar a nuestras vidas...

lunes, 22 de abril de 2013

UN COMIENZO DIFÍCIL Y PARTE DEL PLAN DE DIOS

Este testimonio da fe y demuestra que cuando DIOS tiene un plan el mueve todas las piezas para que este se lleve a cabo en el tiempo perfecto de ÉL.  Así lo ha hecho con nosotros una y otra vez.
A mediados de 2007 mi familia y yo tomamos la decisión de irnos a vivir a los Estados Unidos  debido a la situación de inseguridad que se estaba tornando en Venezuela y buscando una mejor calidad de vida para nuestra familia. Al llegar a USA fue muy difícil al principio, teníamos un estatus que nos permitía vivir legalmente pero a pesar de eso fue un gran cambio que nos afecto a todos. 
Poco a poco nos fuimos adaptando a nuestro nuevo estilo de vida. A los casi 2 años de vivir en USA por razones de una nueva visa que estaba tramitando mi esposo tuvimos que trasladarnos a Venezuela a sellar esta visa en los pasaportes, no sabíamos cuanto tiempo íbamos a estar en Venezuela así que tuvimos que guardar todas nuestras cosas en un guardamuebles y entregar la casa donde vivíamos alquilados. De nuevo en Venezuela en casa de mi suegra y sin saber cuanto tiempo íbamos a estar, terminamos quedándonos casi 6 meses los cuales NO fueron los mejores meses de nuestras vidas, tuvimos  muchas situaciones difíciles de manejar en todo ese período. 
En Diciembre de ese año 2009 regresamos a USA, llegando al aeropuerto hubo una confusión y nos tuvieron 14 horas  en el famoso cuarto de inmigración. Eso fue para nosotros uno de los momentos más estresantes de nuestras vidas, revisaron todo y entramos a los Estados Unidos. Al llegar tuvimos que vivir en casa de mi cuñada por 3 meses mientras nos llegaban nuestros permisos de trabajo y números de seguro social. A la semana de haber llegado sufrí un ataque epiléptico detonado por tanto estrés que vivimos, a pesar de no tener antecedentes familiares de este tipo de enfermedad. Mi amiga con la que me encontraba llamo al 911 y termine de emergencia en un hospital por unas horas mientras me hacían todos los análisis. Mis hijos pensaron que yo me había muerto, fue un momento muy difícil para ellos y también para mi esposo que en ese momento no se encontraba con nosotros. Este episodio se volvió a repetir una vez más, hasta que el médico de los exámenes de la residencia me recomendó tomar magnesio y después de esto me daban los ataques todos los meses pero de manera parcial sin desmayarme. 

Mientras tanto teníamos una seria situación económica, nuestros 2 hijos mayores (María Andrea y Alejandro José de 16 y 13 respectivamente) de los que me siento profundamente orgullosa se pusieron a vender gomitas en el colegio para ayudarnos, mi esposo vendía celulares y yo me puse a fabricar zarcillos para que mi hija me ayudara a venderlos. Trabajamos como un gran equipo durante todo ese tiempo.
En Marzo nos mudamos a un linda casa y comenzamos  a buscar trabajo. Fuimos un día a comernos un helado en un lugar bellísimo cerca de nuestra casa y yo le dije a mi esposo: quiero trabajar aquí, pregunte y envié un curriculum, a los 2 días me llamaron, estaban buscando un chef, me entrevistaron y les pregunte si debía esperar a que entrevistaran a los demás y ellos dijeron que no hacía falta, que cuando podía empezar. Al final querían enviarme a las afueras de Miami  a otro de sus locales, les tuve que decir que no porque no podía manejar, me dio mucha tristeza porque sentía que ese era el lugar. A los 4 días me llamaron, para decirme que habían arreglado todo y me daban el trabajo en el local cerca de mi casa, era DIOS moviendo sus piezas para lograr el objetivo que Él tenía en ese lugar para nosotros. 

Mi esposo seguía buscando trabajo hasta que al poco tiempo después consiguió algo mucho mejor de lo que el estaba esperando. Empezó a trabajar un mes después que yo, pero mientras yo era la que trabajaba, él era el que cocinaba una comida deliciosa todos los días, lo más cómico es que nunca ha sido de estar metido en la cocina, nos recibía con la mesa servida,  llevaba y buscaba a los niños, me llevaba y buscaba al trabajo, se ocupo de casi todo el trabajo de la casa hasta que pudo comenzar a trabajar. 


Mi horario incluía los Sábados  en la noche pero después que trabajé el primer sábado le pedí a una de las dueñas que si ella tenía la posibilidad me dejara trabajando en el horario de Lunes a Viernes en las mañanas, que yo tenía niños y me gustaba disfrutar los fines de semana con mi familia. Ella lo arreglo y así fue durante el año y medio que trabajé en ese lugar. Todo fue perfectamente arreglado por el Señor para el comienzo de todo lo que Dios quería hacer con nosotros.


miércoles, 17 de abril de 2013

EL ANTES Y EL DESPUES

Yo siempre fui una católica light, solo iba a la iglesia cuando me provocaba o cuando tenia que ir a un bautizo, una primera comunión o un matrimonio. Desde que era pequeña  me quedaba un gran vacío cada vez que iba a misa. No me sentía bien cuando me tocaba confesarme, me preguntaba ¿por qué tenía que decirle mis pecados a alguien que era como yo?. 
Mi mamá me decía que no era necesario, que yo me podía confesar directamente con Dios, pero para mí era algo contradictorio porque en las clases de religión del colegio católico donde estudiaba me decían que eso era pecado. 

Tuve muchas experiencias que me desencantaron del catolicismo, pero también conocí personas católicas muy devotas y espirituales dignas de admiración, definitivamente personas de Dios. Como católica me gustaba mucho adorar imágenes, les prendía su velita y además rezaba el rosario. Todas esas costumbres que vamos viendo desde niños en nuestros abuelos, padres y familiares que son pura tradición y religiosidad. Crecí con todas esas costumbres, pero sin caer en algún tipo de fanatismo.

A los 6 años mi mamá me regalo un libro que todavía conservo como un gran tesoro, llamado "Mi libro de historias bíblicas" , lo leí completo una y otra vez, hablaba de historias de la biblia del antiguo y nuevo testamento con un vocabulario muy fácil. Sentía mucha curiosidad por este libro y un día en un canal de mi país Venezuela, comenzaron a pasar esas mismas historias pero con personas hablando en un idioma que no se si era arameo o hebreo y una persona que narraba en español. A pesar de lo pequeña que era, me gustaba mucho verlas y así conocí muchas historias de la biblia sin ni siquiera proponermelo.

Otras de las cosas que me preguntaba era ¿porque los curas no podían tener una familia como los demás?, yo pensaba que siendo un padre de familia era mucho más fácil entender el comportamiento de las personas iguales a él. Al igual que me preguntaba el porque de las monjas, no entendía,  tampoco estaba de acuerdo y nunca lo he compartido.

Muchas cosas pasaron en mi vida y en la de mi familia, abandonos, perdidas, divorcio, problemas familiares, decepciones, problemas económicos, problemas de salud y sobretodo un gran vacío que no lo llenaba nada ni nadie. Todos necesitábamos encontrar algo que llenara ese gran hueco que había en cada uno de nosotros. 


Ese algo llegó y fue el más grande milagro que nos pudo pasar en nuestras vidas, recibir a JESÚS, al ESPÍRITU SANTO y conocer a DIOS de la manera como lo conocemos ahora. Todo pasó cuando más teníamos necesidad de su amor y su presencia, el escogió a la persona y el momento perfectos, además del lugar ideal donde comenzar poco a poco a trabajar en nosotros para hacernos parte de su reino. Ahí  pudimos comprender que esto que estábamos conociendo no era una religión, sino más bien una relación íntima con DIOS. El señor apareció como una luz en nuestro camino marcando un Antes y un Después en mi vida, en la de mi esposo y en la de mis hijos.